domingo, 7 de junio de 2009

ESCASEZ DE ORGANOS....???


Los avances en las técnicas quirúrgicas, el descubrimiento de la Ciclosporina y la aparición de mejoras en las formulaciones existentes, así como el desarrollo de nuevos fármacos inmunosupresores han hecho posible el trasplante en un gran número de pacientes. Sin embargo, la escasez de órganos sigue siendo un gran obstáculo para el pleno desarrollo de los trasplantes y, por consiguiente, para que sus beneficios reviertan sobre un mayor número de candidatos al trasplante.

Según datos del Consejo de Europa, cerca de 85.000 personas estaban a la espera de recibir un órgano en 1995 en los países del Primer Mundo. Algunas fuentes han estimado que esta cifra podría alcanzar las 150.000 personas en todo el mundo. Por otra parte, el índice de trasplantes se ha estancado en la mayoría de países, salvo algunas, pocas, excepciones caracterizadas por un sistema de obtención de órganos con éxito.

Aumentar el número de órganos disponibles

Disponer de órganos para trasplante pasa, ineludiblemente, por un sistema de obtención eficaz. En la mayor parte de países, los sistemas de obtención se han centrado básicamente en campañas de sensibilización pública y en la elaboración de disposiciones legales que favorecieran la donación. Estos aspectos, sin embargo, han demostrado ser insuficientes por lo que se insiste en la actualidad en la necesidad de consolidar procesos que permitan una mejor detección e identificación de donantes potenciales al objeto de mejorar los índices de donación.

La mayor fuente de órganos disponible en estos momentos procede de las muertes cerebrales intrahospitalarias. Sólo entre un 2 y un 3% de todas las muertes hospitalarias reúnen estas condiciones, lo que representa, muy probablemente, unos 50 donantes potenciales por millón de habitantes. No obstante, raramente se alcanza esta cifra en los diferentes programas de obtención.

Por ello, desde diversos sectores se insiste en la necesidad de reevaluar el proceso de obtención de órganos con la finalidad de mejorar las cifras actuales. El diseño de circuitos hospitalarios que permitan detectar un mayor número de donantes potenciales (en la actualidad, la mayoría de donantes proceden de los servicios de cuidados intensivos), el establecimiento de estrategias tendentes a disminuir el número de negativas familiares (campañas y entrenamiento adecuado para los profesionales para mejorar la actitud ante la donación) y el incremento del número de centros autorizados para la extracción de órganos son algunas de las medidas a implementar por parte de los hospitales y organismos para la obtención de órganos.

Investigar otras fuentes de órganos

Más allá de los aspectos logísticos o de sensibilización y establecimiento de protocolos, la investigación en otras fuentes de órganos se apunta como una alternativa viable para el futuro.

La donación de vivo ha sido históricamente utilizada para el trasplante de riñón con resultados equivalentes al trasplante de órganos de donate cadáver. Del mismo modo, se han obtenido buenos resultados con el trasplante de porciones de páncreas, hígado y pulmón de donantes vivos, aunque esta es una posibilidad que se ha limitado en exclusiva a una estrategia de último recurso.

La posibilidad de donantes en asistolia (parada cardíaca sin muerte cerebral previa) está siendo considerada como una alternativa real para la utilización en estos donantes en estos momentos. Sin embargo, existen grandes limitaciones, de tipo logístico. Algunos estudios señalan que con esta fuente de donación, el número de donantes podrían incrementar el 20% de los riñones disponibles actualmente.

La donación multiorgánica permite incrementar de forma notable el número de órganos disponibles. Del mismo modo, los avances técnicos han favorecido que el perfil del donante no se restrinja al accidentado joven por traumatismo cráneo-encefálico, sino que sea posible considerar los accidentes vasculares cerebrales de personas de avanzada edad


http://www.trans-net.org/xenotras/horizonte.htm

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