Dr Oscar Bauk... instrumento de Dios... a quien le debo la vida de mis hijos... junto a un equipo maravilloso de profesionales....

Oscar Bauk,doctor de corazón

Modelo de compromiso

En el Día del Médico, EL DIARIO quiere honrar a todos los profesionales que le dedican la vida a una tarea noble definida como "el arte de curar".En esa definición se encierra la esencia de la actividad, que definitivamente es un arte. Como homenaje a todos los galenos, le ofrecemos esta nota hecha a uno de los médicos más reconocidos: Oscar Bauk, modelo de compromiso con la salud


Bauk se especializó en los mejores centros del mundo. Hoy es uno de los dos médicos de la provincia que trasplanta corazones

Un referente de la medicina es, indudablemente, el doctor Oscar Bauk, hombre de Ballesteros que en base a esfuerzo fue construyendo su perfil profesional. Hoy, es uno de los dos médicos de la provincia que hace trasplantes cardíacos y su tiempo libre lo ocupa en una plantación de frutales que tiene en su tierra natal

Sencillo, didáctico para explicar cuestiones científicas y sobre todo, hombre de diálogo franco. Así es Oscar Bauk, un médico en quien quisimos referenciar a todos los médicos en su día.

Esta elección no fue caprichosa. Por un lado, el profesional de Ballesteros es un hombre que no dejó nunca de capacitarse. Otra razón es el trabajo incansable que hace tanto en el consultorio como en el quirófano.Y la tercera, porque fue capaz de torcer todas las adversidades para convertirse en un médico de corazón.

Especialista en corazón

A los 26 años,Bauk obtuvo su título de médico en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC). Comenzó a especializarse en cirugía cardiológica en el Hospital Córdoba, la Academia Nacional de Medicina y de allí, a San Pablo, Brasil, con el profesor Zerbini.

Actualmente,es uno de los dos médicos de la provincia de Córdoba que realiza trasplantes de corazón y pulmones. Para ello, se formó en el Hospital Pitie Salpetrier, con Cristian Cabrol, quien fue el que desarrolló el bosquejo del trasplante junto a Cristian Barnard y el profesor Sandway.

“Sigo viajando periódicamente hacia Europa porque por suerte, en el Incucai son muy claros y te cuentan las costillas para determinar cuánto hiciste en materia de capacitación para seguir haciendo trasplantes”, dijoBauk a EL DIARIO. Y vaya si los hace. Tiene 77 trasplantes hechos en Francia y 50 en Córdoba.

No se olvida que pudo llegar a ese centro de formación de altísimo nivel-no es fácil ser discípulo de uno de los creadores del trasplantede órganos- gracias a un cónsul español que cuando estuvo en Córdoba, fue curado por Bauk y le ofreció, a manera de agradecimiento, lo que quisiera. “No dudé y le pedí que me consiguiera un lugar en el mejor centro del mundo”, dijo. “Fue mi mecenas”,agregó, recordando ese golpe de suerte que de alguna manera vino a suplir tanta adversidad (ver aparte) y le abrió las puertas deotra medicina.

“A mis alumnosde la universidad les muestro siempre una foto en la que se ve el planeta iluminado. Allí, se nota claramente las diferencias entre, por ejemplo,Africa y Sudamérica con Europa. Así como brilla más el continente europeo que el africano, así es la diferencia entreuna medicina y otra”, indicó.


"Que el mundo sea un paraíso o un infierno, no depende de los poderosos, sino de los hombres y mujeres de buena voluntad", dijo Oscar Bauk, citando a la Madre Teresa

En Argentina,por ejemplo, para hacer un trasplante hay que sortear más de una dificultad por falta de recursos o de previsión. “El tema del avión siempre suele ser un problema, porque los que son rápidos son caros y los otros, hacen peligrar el éxito de una operación compleja como es el trasplante, porque desde que se tiene un corazón hasta que está en el cuerpo del trasplantado, hay que correr una carreracontra reloj”, dijo.

En Francia,hay una empresa que tiene disponibles los aviones para estos casos. “Vos subís con el corazón y sabés que por lo menos desde ese momento, vas a estar 24 horas comprometido en la operación.Así es que tienen en cuenta hasta los sandwiches y las gaseosas para poder tolerar tanto tiempo de trabajo”, relató.

No deja de sentirse decepcionado por la distancia que hay entre ese sistema y el de nuestro país. “Trato de que mis alumnos no sientan que la única salida es armar un bolso e irse, pero lamentablemente, sino corregimos el rumbo, peligrará sensiblemente la cirugía de alta complejidad y los trasplantes”, lamentó.

Sabe lo que es eso de irse para desarrollarse laboral e intelectualmente. “De cuatro hermanos que somos, dos (una hermana y un hermano) están en Estados Unidos. El varón hace como 20 años que está allá y sigue extrañando. Pero no podría trabajar en el desarrollo de vehículos con energía solar, que es lo que está haciendo, si se hubiera quedado acá”, afirmó.

En lo quehace a salud, Bauk considera que “peligra el sistema porque lo que pagan las obras sociales no alcanza para cubrir los costos del equipo que hay que tener para cirugías de alta complejidad”.

Sistema"criollo" de salud

Su experiencia como médico que sigue atendiendo en el consultorio de Villa María y que además, viaja por el mundo para seguir capacitándose,le da autoridad para hablar del sistema de salud argentino.

“En realidad,no tiene parámetros comparables con el resto del mundo. Creo que el nuestro es un sistema criollo de salud que se caracteriza por la desigualdad y por un gasto que no es eficiente”, afirmó.

En otros países,el hospital público está fortalecido. “Acude la gente que tiene seguro social y paga y tiene el mismo servicio de salud al que accedela gente más humilde”, indicó.

No es que sea perfecto. “Hay gente en Francia que se muere debajo del puente. Pero sin ser absolutamente igualitario, tiene un criterio más equitativo el sistema francés que el nuestro”, dijo.

Agradece a la vida el poder conocer y visitar periódicamente Europa. “Es una manera de ir a nuestras raíces para conocernos mejor y saber nuestras potencialidades”, dijo.

“Por eso,voy a poner toda mi energía para que cambien las cosas y poder tener en nuestro país lo que deseamos”, sentenció, porque, tal como dijo la Madre Teresa de Calcuta “Que el mundo sea un paraíso o un infierno no depende de los poderosos, sino de los hombres y mujeres de buena voluntad”.

Mejor salud no es mejor hospital

Sabe que su campo es el de la alta complejidad, área difícil para desarrollar en un país donde todavía no está resuelta la atención primaria de salud.

“Yo coincido que debe ser prioritaria una buena alimentación, un ciclo completo de vacunación y todo lo que hace a la atención primaria,pero no hay que esperar que se cumplan todos los objetivos en ese nivel para pasar al siguiente, sino que el crecimiento tiene que ser simultáneo”,dijo.

Entiende que debe implementarse un sistema de derivación adecuado para que funcionen todos los niveles. “Es difícil que el Pasteur pueda hacer trasplantes,pero si puede haber un sistema de derivación que permita con rapidez trasladar al paciente”, afirmó.

Sabe que por más que se hagan mejoras edilicias, la salud no va a mejorar. “Un hospital no son sus paredes, sino el valor humano. Por ejemplo, el de Río Cuarto, que parece del primer mundo, si no tiene a su gente bien paga y con los elementos necesarios, no va a prestar un mejor servicio”, dijo.


Cuando estaba en primer año de la universidad, le robaron a Bauk los libros y el guardapolvo e hicieron una fogata. Eso hace que casi deje la carrera

Una historiade adversidad

A Oscar Bauk no le gusta que se hable de él como referente. Sólo acepta contar su historia “para que los jóvenes valoren el esfuerzo, por que yo tengo las mismas neuronas que cualquiera, pero, como decía (René)Favaloro, esto se trata de sangre sudor y lágrimas”.

El médico comenzó sus estudios en la escuela primaria de la zona rural de Ballesteros “con un maestro que atendía todos los grados. Es de esas escuelas que tiene en la primera fila a los de primer grado, en la segunda a los de segundo y así”, recordó.

Concluyó los estudios primarios en la escuela San Martín, de Ballesteros,y para cursar el secundario comenzó a viajar a Villa María.La Escuela del Trabajo (hoy IPEM 49)le dio el título de perito mecánico tornero y para poder ingresar a la universidad, terminó el bachilleren el Rivadavia. “Paralelamente hacía técnico electrónicoen la Escuela del Trabajo”.

Fue allí donde surgió la primera vocación: quería ser ingeniero.“Pero en ese momento mi padre tuvo una enfermedad que lo dejó inválido y en casa no había un peso. Un tío que era médico,me ofreció todos los libros así que empecé medicina”,relató.

Recuerda que casi deja la carrera como consecuencia de un robo. “Yo viajaba a Córdoba en un camión que buscaba los ladrillos El Palmar. Paramos en Baudino antes de seguir el viaje y cuando subimos otra vez, nos habían robado todo. Llamamos a la Policía y encontramos que los ladrones habían hecho una fogata con los libros, el guardapolvo y la ropa interior que llevaba”.

Ese hecho pudo haber torcido el rumbo porque Oscar Bauk se había desalentado ante tanta adversidad, pero la tenacidad hizo que continuara su camino.

Recuerda que un domingo de mayo del ‘70, con nada más que hambre en su estómago,fue a la casa del rector de la universidad y le habló de su situación.“Así fue que me convertí en el primer estudiante de la Universidad Nacional de Córdoba en recibir una beca para ayuda económica”.La exigencia era rendir todas las materias del año, en ese período.Y así lo hizo.

Hoy, con esa historia a cuestas, se encuentra satisfecho con su trabajo. “Creo que no
es casual la cardiología, porque el funcionamiento mecánico del corazón hizo que aunara mis dos vocaciones: la de médico y la de ingeniero”.

Por su historia,por su dedicación y esfuerzo es que en el Día del Médico,EL DIARIO rinde su homenaje a todos los profesionales de la salud en la figura de Oscar Bauk, un doctor de corazón.

3 de Diciembre de 2006


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